Oración de Apertura
“Dios de amor y misericordia, qué consuelo es saber que estás con nosotros ahora y siempre. Te agradecemos fervientemente, Señor, tu presencia constante y la ternura de tu amor. En este momento de reunión, nos rendimos ante tu santa voluntad. Tú conoces nuestras necesidades, nuestros dolores, debilidades y cegueras. Ayúdanos, Señor, a recibir tu gracia y tu roce sanador. Danos el coraje necesario para ser honestos y confiar en tí. Te rogamos todo esto en el santo nombre de Jesucristo. Amén.”
¿Cómo fue la semana pasada?
La semana pasada, una de las actividades del diario personal consistía en desarrollar un Plan de Acción Individual (PAI). ¿Cómo le fue con esta actividad? Si no pudo ajustarse o seguir el plan quizás su objetivo era demasiado general o poco específico, algo así como: “rezaré más a menudo”, o “debo añadir más tiempo de silencio a mi rutina”, o quizás simplemente no estaba aún en condiciones de seguir. No dude en pedir ayuda a Dios o consulte a un familiar o amigo sobre su experiencia. Comience de nuevo con su PAI, y escoja las reglas o pasos que podrá cumplir de seguro. El éxito de estos cambios ligeros suele producir una fuerte motivación.
¿Qué tiene que ver la fe con la salud?
No solemos comprometernos con el camino de Dios y con nuestra práctica religiosa para obtener beneficios de salud. No obstante, al servir la voluntad divina de Dios, cuidar de nuestros Templos y disfrutar de nuestra comunidad parroquial, estaremos contribuyendo a mejorar nuestra salud. No podemos exigir o esperar estos beneficios, y sin embargo, a menudo los recibimos.
La Confianza en Dios es la Mejor Forma de Combatir el Estrés
Alguien dijo alguna vez que “poseer un rumbo es poseer la paz”. Tener un propósito, una dirección y un sentido en nuestro camino incrementa nuestra capacidad de afrontar el estrés y sentir más satisfacción en la vida. Sin embargo, durante la crisis del COVID-19 puede resultar muy difícil reconocer qué depara nuestro futuro o cuál rumbo debemos seguir. Aunque no sepamos lo que sucederá mañana, la paz llegará a nosotros si confiamos en que vamos por la senda correcta, la senda de Dios, aún si esta vía nos parece escabrosa o confusa.
Tener un propósito, una dirección y un sentido en nuestro camino incrementa nuestra capacidad de afrontar el estrés y sentir más satisfacción en la vida.
Ciertas investigaciones han demostrado que al participar de la comunidad religiosa (o de otro tipo de comunidad cercana) mejora nuestra salud mental y física. Mantenerse físicamente alejado de los demás puede ser una buena oportunidad para encontrarnos más cercanos a Dios. San Agustín decía que “nuestros corazones permanecen inquietos hasta que se encuentran con Dios”. Yo suelo apreciar esta forma de inquietud como un tipo de sufrimiento que solo Dios nuestro señor puede sanar. Al comunicarnos con Dios a través de la oración, descansamos con Él.
¿Qué intenta Dios decirnos con la Pandemia del COVID-19?
Lo que está sucediendo en el mundo en este momento puede resultar muy absurdo, pero al final todo tiene sentido en el rumbo de Dios. He escrito y ampliado sobre esta idea en una entrada reciente para el blog GodSpace: “Finito vs. Infinito: ¿Qué aprendemos sobre nuestra pérdida de la sincronía con Dios durante la crisis del COVID-19 y qué tiene esto que ver con nuestro conocimiento de la voluntad de Dios?”
La Oración
Rezamos para adorar a Dios nuestro Señor, rogar por nosotros y por los demás, expresar nuestro agradecimiento, ofrecer alabanzas y pedir perdón por nuestros errores. Existen varias maneras de rezar: oralmente (en voz baja o en silencio, de manera espontánea, memorizada o leída, en solitario o en grupo), meditadamente (enfocando nuestra devoción en temas sagrados como algún episodio de la vida de Jesucristo o de la Biblia) y contemplativamente (oración puramente receptiva, sin palabras o sentimientos).
Reflexión
¿Sigue usted una rutina diaria personal para la oración?
A través de cambios en su estilo de vida y prácticas de crecimiento espiritual, la rutina diaria de la oración cambiará y se hará más profunda. Usted debe comenzar con dedicar un tiempo y un espacio específico para Dios cada día, aunque sea breve. Entregar a Jesús parte de su tiempo cada día es un paso crítico en su camino hacia la unidad con Dios. Hablaremos sobre la "oración sobre la marcha”, y su relación con la salud del cuerpo, la mente y el espíritu, y sobre el enorme impacto que ha tenido en mi propia vida.
Oración Sobre la Marcha
San Pablo nos convoca a rezar sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17). A través de los años, los hombres y mujeres en santidad nos han sugerido varias maneras de lograrlo. Quizás usted conoce la “Plegaria de Jesús”: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, un pecador”. Esta es una sencilla oración que puede pronunciarse a menudo. En mi camino espiritual he tratado de asociar el concepto secular de ser consciente con la idea de practicar la oración con frecuencia o “sobre la marcha”.. Yo llamo a esta conexión Consciencia centrada en Dios, y he escogido la sencilla oración “Mi Señor y Mi Dios” para poder llevarla a cabo. Rezar mi oración varias veces al día ha impactado en mi forma de pensar enormemente, y es una forma de regresar a Dios con frecuencia diariamente.
Esto es lo que Me Sucedió — “Mi Señor, Mi Dios”
Esta es la manera en que sucede en mi caso. Cada vez que comienzo a notar y ser consciente de algún pensamiento o sentimiento negativo o positivo, rezo: “Mi Señor, Mi Dios”. Si empiezo a sentirme moralista o sentenciosa, irritada, impaciente o ansiosa, rezo: “Mi Señor, Mi Dios”. Y si siento regocijo, gratitud o alivio, rezo: “Mi Señor, Mi Dios”. Por ejemplo, hoy hice mi rezo mientras hablaba por teléfono con alguien que me irritaba porque no paraba de hablar. También hice mi rezo cuando comencé a preocuparme por alguien que quiero mucho, y cuando me acerqué a sentir el perfume de la rosa aún fragante en mi jardín.
Ya no tengo que recordar tener que pronunciar mi oración sobre la marcha.
.Ahora las palabras acuden misteriosamente solas a mi mente durante el día,
al surgir pensamientos o sentimientos negativos, y también los positivos.
Mi oración sobre la marcha me recuerda que debo regresar a Dios y enfocarme en el momento presente. Nunca he contado las ocasiones, pero estoy segura de que esto sucede varias docenas de veces cada día. Me recuerda que debo hacer una pausa, respirar profundamente, rezar mi oración y con eso responder o reaccionar de mejor manera a la situación que estoy enfrentando.
¿Tiene esto sentido alguno? Inténtelo y cuénteme luego qué sucedió. La parte automática no ocurre de inmediato. Llevará tiempo, pero por favor, persista. Esto puede cambiar su vida radicalmente. Usted se sentirá más cerca de Dios y en paz consigo mismo.
La Conexión entre el Estrés y la Oración
El hábito de rezar una oración sobre la marcha le ayudará a enfrentar el estrés. La oración le recordará que debe hacer una pausa, tomar un respiro, y volverse hacia Dios en el momento presente. Usted se sentirá más consciente de sí mismo -lo cual es mucho mejor que sentirse estresado, sensible, preocupado o con la mente abrumada. Inténtelo una y otra vez hasta que se vuelva automático. Usted se sentirá mejor y Dios estará muy complacido.
Acerca de la Oración Centrante
Si la oración sobre la marchan o resulta en su caso, la llamada oración centrante puede ser otro modo de rezar de manera especial. La oración centrante es uno de las formas de rezar pre-contemplativa arraigadas en la tradición cristiana. Entiéndalo como un rezo que va más allá de los pensamientos, las palabras o las emociones. Se trata de una forma de entrega y rendición a la voluntad amorosa de nuestro Dios padre, o una contemplación de fe centrada en Jesucristo; o quizás, y esta es mi descripción favorita, nuestra entrega a la presencia de Dios. El padre Thomas Keating, fallecido recientemente, ha escrito extensivamente acerca de la oración centrante.
La práctica, la historia y las instrucciones a seguir para esta forma de oración aparecen bellamente descritas en el sitio web Contemplative Outreach.
Actividades del Diario Personal
Regrese a su Diario Personal de Menor Estrés Durante la Crisis del COVID-19, Semana 2.
Aquí podrá:
Explorar el vínculo entre su fe y su salud
Revisar su plan de acción personal
Desarrollar e implementar la práctica de la oración sobre la marcha.
Durante nuestra tercera y última semana, discutiremos los Hábitos Saludables
Oración de Cierre
“Claman los justos, y Jehová los oye y los libra de todas sus angustias. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu. Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová. El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.” -Salmo 34, 17-21
¿Preguntas o Sugerencias?
Le ruego que comparta sus opiniones y sus preguntas conmigo a través de correo electrónico.
Próxima Semana
For our third and final week, we will discuss Healthy Habits.
¡Invite a Sus Amigos y Familiares!
¡Si usted conoce a alguien que pueda estar interesado en los beneficios de este programa, por favor no dude en compartir la información!
Es mi privilegio acompañarle en su camino, y le agradezco su interés en caminar conmigo. Que Dios le bendiga.
Todos podemos lograrlo. Ninguno de nosotros está solo. ¡Caminamos con el Señor!
Sobre Donna Chacko, M.D.
La Dra. Chacko promueve la salud del cuerpo, la mente y el espíritu a través de su página web (serenityandhealth.com), su blog personal y varios programas en su parroquia y en internet. Anteriormente trabajó durante cuarenta años como médico en radiología oncológica y también en medicina primaria. Todo lo aprendido en su larga experiencia con pacientes inmigrantes y personas sin hogar en la ciudad de Washington D.C. ha influido grandemente en sus programas comunitarios. La Dra. Chacko es esposa, madre y abuela, y vive actualmente en University Park, Maryland.
Notas:
La información aquí contenida no sustituye el cuidado médico o clínico. Usted debe continuar viendo a su doctor. Si usted padece de alguna enfermedad mental grave como ansiedad, depresión o deseo suicida, por favor busque ayuda profesional ahora o llame al 911 si se trata de una emergencia médica. El número de ayuda para la prevención de suicidio es 1-800-273-8255.
Usted tiene el permiso de hacer copias del presente material únicamente para uso personal o en algún grupo pequeño sin ánimo de lucro del que usted sea miembro.